Casas de colores, palacios espectaculares y cielos despejados: así son los pueblos más bonitos de Cerdeña

Cerdeña forma parte del territorio italiano, pero tiene identidad propia. Es un lugar que conserva un gran respeto por sus propias raíces y que está plagado de pueblos bonitos. Este es un destino para todo el año, ya que aunque en invierno no puedas disfrutar de sus playas, sí podrás apreciar su impresionante entorno natural, sus encantadoras localidades y su cultura. Además, a pesar de la popularidad que ha adquirido este destino en la última década, no sufre la saturación turística que otras islas.

Alghero, la puerta de entrada a Cerdeña

Viajar a Cerdeña implica visitar Alghero, una de sus ciudades más emblemáticas. Se considera una de las puertas de acceso a la isla, ya que dispone de aeropuerto, que se encuentra en Fertilia, una población cercana.

Uno de los grandes atractivos de esta población es la zona del puerto, que da la oportunidad de dar largos paseos junto al mar. El litoral de esta encantadora ciudad se extiende a lo largo de noventa kilómetros debido a la presencia de una extensa colonia de coral, la Riviera del Corallo. Además, en esta localidad se encuentra el Museo del Coral y las tiendas se llenan de complementos de todo tipo hechos del exoesqueleto de esta especie marina.

Otro de sus importantes puntos de interés, por las bonitas vistas que ofrece, tanto del mar como de los imponentes acantilados que se encuentran frente a la costa, es la enorme muralla que rodea la ciudad. Se extiende desde Porta a Mare hasta Piazza Sulis. Tiene siete torreones y tres fuertes. Torre di Porta a Terra es una de las más importantes, mide 23 metros de altura y alberga un museo multimedia que cuenta la historia de la ciudad. Desde la terraza del segundo piso se puede disfrutar de una fabulosa vista 360º.

El centro histórico es quizás la zona más fascinante: se trata de un laberinto de callejuelas empedradas, plazas llenas de vida y fachadas decoradas con plantas y tiendecitas locales. Tienes que incluir en tu visita Chiesa di Nostra Signoral del Carmelo, de la segunda mitad del siglo XVII, y Chiesa di San Michele, con su característica cúpula de mayólica de colores.

También debes acudir a la Cattedrale di Santa Maria. Situada en la plaza principal de la ciudad, su encanto reside en la mezcla de influencias que se aprecian en ella. Tiene columnas de estilo dórico, fachada neoclásica y el interior es de estilo renacentista y barroco. Lo más destacable es su campanario octogonal, al que se puede subir para disfrutar de unas bonitas vistas. Otro lugar que esconden las calles de Alghero es el Claustro de San Francesco, en el que se hace evidente la influencia de la cultura catalana en la arquitectura sarda.

Si continúas callejeando encontrarás la Piazza Civica, al lado de Porta a Mare, una de las plazas más bonitas de Alghero. Repleta de encantadoras boutiques, tiendas de recuerdos y coquetas cafeterías. La Via Principe Umberto es una de las principales del municipio, en la que se encuentran algunos de los edificios más antiguos.

Por supuesto, Alghero también destaca por sus playas. En plena ciudad, está la playa del Lido di San Giovanni. A poca distancia del centro, la playa de Maria Pia con sus dunas cubiertas de enebro. La Playa Mugoni cuenta con varios kilómetros de longitud, está protegida de vientos y corrientes, y cuenta con un bosque que proporciona sombra a los visitantes. Está a 13 kilómetros de Alghero, unos 15 minutos en coche.

Le Bombarde es la playa más famosa de la Riviera del Corallo. Es bastante pequeña, pero la caracterizan sus aguas transparentes y su arena increíblemente fina y blanca, también está rodeada de un espeso bosque y queda a unos 30 minutos en coche de Alghero. 

Bosa, parada obligatoria

Si viajas a Cerdeña, Bosa es una parada obligatoria. Es un precioso pueblo de apenas 8.000 habitantes, situado en el noroeste de la isla. Edificada en las faldas de la montaña y muy cerca del mar. Es característico por sus llamativas casas de colores, sus bonitas playas y su interesante historia.

El antiguo pueblo, también llamado Sa Costa, nació a la orilla del río Temo y alrededor del Castillo de Serravalle, construido entre los siglos XII y XIII por el Malaspina, un noble y marino italiano que estuvo al servicio de España. Es de fácil acceso a pie y merece la pena el pequeño esfuerzo tanto para contemplar esta edificación como las vistas que ofrece de la población y el entorno.

A pesar de ser un pueblo pequeño, tiene mucho que ver. Puedes empezar tu visita por el paseo Lungo Temo que destaca por sus vistas. Es un recorrido sinuoso que sigue el curso del río Temo desde Bosa hasta su desembocadura. Este camino permite descubrir algunas de las maravillas que esconde la localidad y su historia. Se puede recorrer a pie o en coche, pero si quieres empaparte de todo lo que ofrece este pequeño pueblo, es mejor hacerlo paseando. Así podrás admirar las pintorescas vistas de esta encantadora ciudad, observar los restos de las antiguas curtidurías, disfrutar de un singular paisaje de palmeras y pasar por el Ponte Vecchio.

Otros puntos de interés son la Cattedrale dell'Immacolata Concezione, por su arquitectura y los frescos que allí están expuestos. Dentro de las murallas del castillo de Serravalle está la Chiesa di Nostra Signora de Sos Regnos Altos, que también ofrece una amplia colección de frescos que datan de 1370. A poca distancia del centro de la ciudad, está la iglesia románica de San Pietro. No te olvides de pasear por el barrio medieval de Sa Costa  donde también encontrarás Sa funtana manna, monumento del siglo XIX de traquita rosa.

Bosa y sus alrededores destacan por sus playas, debes reservar un día de tu visita para disfrutar de ellas. Algunas de las más bonitas son: S'Abba Druche, Portu Managu, Turas y Cumpoltitu.

Castelsardo, uno de los pueblos más bonitos de Cerdeña

Este municipio, situado en la costa norte de Cerdeña y, concretamente, en el centro del golfo de Asinara, fue una fortaleza protegida por poderosas murallas y diecisiete torres. Castelsardo creció alrededor del castillo de los Doria, que actualmente alberga el Museo del Trenzado Mediterráneo, uno de los más visitados de Cerdeña. 

Castelsardo no siempre se ha llamado así. A lo largo de su historia ha recibido tres nombres diferentes. Comenzó siendo Castelgenovese en el siglo XII, cuando los Doria llegaron y construyeron el castillo. Más tarde llegó la Corona de Aragón, que conquistó la zona, entonces pasó a llamarse Castellaragonese. El nombre que hoy conocemos llegó tiempo después, con la recuperación de Cerdeña por parte de los Saboya, que no dudaron en dejar claro quién mandaba.

Hoy se considera uno de los lugares más bonitos de Italia y, gracias a sus bastiones y empinadas escaleras, mantiene intacto el aspecto de pueblo fortificado. Algunos de los sitios que no te puedes perder si visitas este municipio son Cattedrale di Sant'Antonio Abate, que llama la atención por su campanario rematado por una cúpula mayólica, Chiesa di Santa Maria delle Grazie, el monasterio de los benedictinos, el palacio episcopal y el Palazzo la Loggia, que ahora es la sede del ayuntamiento.

Castelsardo es espectacular no solo por lo bonito que esconden sus calles, sino por todo lo que lo rodea. Su situación en una colina a orillas del mar hace que la vistas del mar y los acantilados que se pueden apreciar desde casi cualquier punto del pueblo sean impresionantes.

Al ser el territorio tan escarpado, hay pocos tramos de arena. Sin embargo, puedes disfrutar de la playa La Marina, en la entrada del pueblo, y la playa Lu Bagnu. Entre los acantilados que protagonizan el paisaje de Castelsardo se encuentran calas como Punta Tramontana, Cala Ospina o San Pietro a Mare.

TURIUM TIPS

Lo recomendable es alojarse en uno de los municipios y alquilar un coche para poder moverte por la isla. Hay transporte público, pero te quitará mucho tiempo depender de él. Alghero es un buen sitio para buscar alojamiento.

Los aficionados al windsurf y a la vela no pueden perderse Punta la Capra, una cala rocosa situada dentro del Golfo de Asinara, en el municipio de Castelsardo. Se trata de un tramo de costa espectacular, en la que los recovecos del litoral y las aguas cristalinas crean un paisaje maravilloso que te permitan disfrutar aún más de estos deportes. 

La visita a la Gruta de Neptuno es un plan que no te puedes perder si vas a Cerdeña. Estas cuevas están muy cerca de Alghero y la forma de vivir la experiencia completa es yendo en uno de los barcos que salen del puerto, aunque también hay forma de ir con el coche, pero debes tener en cuenta que en este caso tendrás que bajar 654 escalones para poder acceder. En la cueva podrás admirar las estalactitas y estalagmitas que envuelven la gruta. Además, el paseo en barco permite ver los acantilados desde más cerca, y las vistas ya hacen que esta excursión merezca la pena.