Oporto, entre el pasado y el presente
Esta bella localidad lusa, con sus puentes y sus pintorescas ruas ofrece imágenes de postal. FOTO: Adobe Stock

Oporto, entre el pasado y el presente

Bañada por el río Duero, esta ciudad acogedora y vibrante, con un centro histórico cautivador, es perfecta para una visita de tres días en familia… mascota incluida. Reserva con antelación y contrata un buen seguro de viaje para que nada falle.

Elena Solinís | Noviembre 4, 2024

La ciudad que dio nombre a Portugal y al vino dulce es uno de los mejores destinos, por su proximidad y por su efervescencia, para hacer un viaje en familia aprovechando un puente o un fin de semana largo. 

Manejable (incluso se puede llegar en coche desde distintos puntos de España), es una urbe que enamora, con su peculiar arquitectura, la desbordante creatividad que se percibe en sus bellos barrios, su diversa propuesta de ocio y gastronomía portuguesa y su estimulante vida en las calles. 

Resulta especialmente vivible si vas con los niños, y hasta con tu mascota, porque es un lugar que invita a pasear y dejarse seducir por sus encantadores rincones.

Un viaje para todos

Oporto es dog-friendly, por lo que tu peludo será bienvenido sin restricciones de tamaño en hoteles, establecimientos, playas y transporte público (importante llevar bozal, obligatorio independientemente de la raza), siempre que esté bien educado, tenga pasaporte europeo y la cartilla de vacunación al día.

Pero como la seguridad de todos es lo más importante, si vais a ir en coche y no quieres tener problemas, pon a tu perro en el asiento trasero o en maletero con su arnés y el cinturón bien sujeto. 

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Si vas a viajar con niños y mascotas te conviene suscribir un seguro. FOTO: Adobe Stock

Perfecta en cualquier época del año, en otoño multiplica su atractivo. Esta es nuestra recomendación para no perderte lo mejor en una escapada de cuatro días. 

La primera visita obligada es el Mirador de la Victoria, al final de la Rua de São Bento da Vitória. Allí tendréis la mejor panorámica de la ciudad y podréis poner rumbo al centro histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, y descubrir su esencia desde la calle Santa Catarina y la plaza de la Libertad, en la parte alta. 

Desde allí vale la pena bajar hasta la Ribeira, la zona más pintoresca, llena de casitas de colores del siglo XVIII, junto a la ribera del Duero. Aquí disfrutaréis de una de las postales más espectaculares, con el puente Don Luis I al fondo, que se puede atravesar a pie, en metro, en coche o en barco, y que une Oporto con Vila Nova de Gaia, donde se encuentran las mejores bodegas del siglo XVII.

Con mucho encanto

Los azulejos blancos y azules que alegran a cada paso son un tesoro que forma parte de su rica cultura y tradición. Un arte heredado de los árabes, que decoraban muros y suelos con esta pequeña piedra pulida (traducción literal del árabe), y que se popularizó entre la aristocracia portuguesa a finales del XV, revistiendo fachadas de edificios, iglesias y hasta estaciones de tren, como la de São Bento, un icono en el corazón de la ciudad, en la plaza de Almeida Garrett. 

No dejéis de visitar la Capilla de las Almas, en la Rua de Santa Catarina, la Iglesia de San Ildefonso, en la Praça da Batalha (con acceso en funicular si queréis evitar la subida); la catedral (la Sé para los portugueses); o la Ribeira Negra, en el Túnel de la Ribeira.

Y si vais con niños un hotspot indispensable, que les va a encantar a ellos y a vosotros, es La Librería Lello, conocida por servir de inspiración para Harry Potter, una de las más espectaculares del mundo. 

¿Más opciones? Subir en el teleférico de Gaia; dar un paseo en barco por el Douro para admirar los seis puentes; acceder hasta lo alto de la Torre de los Clérigos subiendo los 225 escalones; visitar los Jardines del Palacio de Cristal para contemplar las camelias, fuentes y esculturas, y llegar a la desembocadura del río en el Océano Atlántico; sentarse en una terraza a degustar el mejor bacalhau del mundo y un bica (espresso) con un delicioso pastel de Belém hecho a la manera tradicional.

Viajar sin sobresaltos con un buen seguro

A veces, cuando viajamos a países cercanos unos días, nos descuidamos en lo más importante, que es asegurarnos de que todo vaya bien. Al preparar la escapada conviene tener presentes los posibles contratiempos, especialmente si se va con niños y mascotas. 

En el mercado existen multitud de seguros, entre los que destaca ASISA Travel And You. Es flexible, fácil de contratar, adaptable a la duración y destino, y con coberturas en función de si el viaje es de ocio o de trabajo. Además, sus pólizas son de prestación de servicio, no de reembolso de gastos (no tienes que adelantar cantidades económicas). Cuando lo necesitas, basta con hacer una llamada, los traslados son ilimitados por enfermedad, accidente o fallecimiento y tiene garantía de anulación sin incremento de precio. 

Coberturas de Asisa Travel And You

Asistencia sanitaria hasta 100.000 € por persona.
Asistencia legal.
Pérdida de equipajes, demora en la entrega, búsqueda y localización.
Anulación e interrupción de viaje hasta 4.000 € por persona.
Demora de viaje y pérdida de servicios.
Indemnización por fallecimiento o invalidez en accidente de 6.500 €. Si es en medio de transporte, 20.000 €.
Responsabilidad civil privada de 60.000 € por persona.