Potes está situada en el corazón de la Comarca de Liébana, de la que es capital. Foto: Pixabay

Este es el pueblo del norte donde se come el cocido más impresionante de España

Entre desfiladeros infinitos, quesos legendarios y un teleférico que desafía las leyes, Potes se alza como la joya montañosa de Cantabria. Aquí, cada paso te conecta con la grandeza de la naturaleza.

Aleks Gallardo | 15 Ene 2025

Lo confesamos: estamos enamorados de Cantabria. Un idilio que comenzó con sus espectaculares zonas naturales, siguió con sus puestas de sol y nos conquistó con su gastronomía en los mejores restaurantes de la región. Como no todo está en las ciudades, hoy hablamos del pueblo con más encanto de la comunidad: Potes.

Hablar de Potes, situado en el corazón de la Comarca de Liébana, sin mencionar su entorno es como describir un precioso cuadro sin marco. Pero no vamos a hablar solo de paisajes, sino también de su historia.

En el siglo XV, los cántabros que habitaban este rincón ya entendían que las montañas no eran una barrera, sino un escenario grandioso. Hoy, el pueblo tiene como telón de fondo los Picos de Europa. Pero ¿cómo se conecta este pequeño pueblo con algo tan vasto y descomunal? Quizá la respuesta esté en su peculiar manera de hacerte sentir parte de algo increíblemente inmenso.

La entrada a este universo comienza antes de llegar al pueblo. El Desfiladero de la Hermida, con sus 21 kilómetros, no es solo el más largo de España, sino también un espectáculo geológico digno de portada. Atravesarlo es una aventura: paredes que parecen tocar el cielo, ríos que serpentean con ímpetu y una carretera serpenteante que parece llevarte directo al corazón de la montaña. Es el tipo de paisaje que despierta preguntas. ¿Por qué este rincón del mundo tiene tantas capas de belleza?

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El Puente Nuevo de Potes. Foto: Pexels

Potes: más que un pueblo con encanto

Al llegar a Potes, calles empedradas, puentes medievales y balcones llenos de flores te dan la bienvenida, pero lo que realmente cautiva es su energía. El mercado de los lunes, por ejemplo, es una cita imprescindible donde las gentes locales comparten productos e historias. ¿Y qué decir de la gastronomía? Desde los quesucos de Liébana hasta el orujo, pasando por el cocido lebaniego, este es un lugar para disfrutar con todos los sentidos.

El Monasterio de Santo Toribio de Liébana, situado a pocos kilómetros, añade ese toque de espiritualidad y misterio que pedimos a un buen viaje. Se dice que alberga el Lignum Crucis, el mayor fragmento conocido de la cruz de Cristo. Seas creyente o no, este lugar invita a la introspección. Además, su ubicación en plena montaña lo convierte en un punto de partida perfecto para rutas de senderismo que combinan naturaleza y cultura.

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Teleférico de Fuente Dé, a media hora de Potes. Foto: Wikimedia Commons

Fuente Dé: mirando el mundo desde las alturas

A solo media hora de Potes, Fuente Dé es el lugar donde la tierra se eleva para tocar las nubes. Su teleférico, que salva 753 metros de desnivel en menos de cuatro minutos, es una experiencia a la que no le falta adrenalina y asombro. Desde la estación superior las vistas son hipnóticas: un mar de montañas que se extiende hasta donde alcanza la vista.

Para los amantes del senderismo, Fuente Dé es un punto de partida excepcional. Rutas como la de los Puertos de Áliva ofrecen llevan hasta los Picos de Europa, mientras que otras más desafiantes te llevan a explorar rincones aún más remotos. Eso sí, un consejo: revisa siempre el clima antes de aventurarte, porque aquí la montaña manda.

El encanto de lo auténtico

Volviendo a Potes, una de las claves de su magia está en su autenticidad. Aquí no hay grandes hoteles ni lujos exagerados, pero sí una hospitalidad que se siente genuina. Posadas familiares, casas rurales con vistas espectaculares y restaurantes donde el cocido lebaniego o montaés se cocina con la paciencia que merece como La Barrica, El Bodegón o Asador Llorente.

Por la noche, cuando el pueblo se sumerge en el silencio después de unos vinos y raciones por la calle de la Cántabra, las estrellas toman protagonismo. Los cielos oscuros de la comarca son perfectos para la observación astronómica, una experiencia que te hace sentir pequeño pero conectado con algo mucho más grande.

TURIUM TIPS

El mejor cocido montañés: si tenemos que destacar un sitio en el que degustarlo, no te pierdas el Hotel Restaurante El Oso, con camareros vestidos con trajes típicos y a solo 15 min de Potes. 

Explora el casco histórico de Potes: pasea por las calles empedradas del centro histórico, descubre la Torre del Infantado, símbolo del pueblo, y cruza los pintorescos puentes sobre el río Quiviesa, como el Puente de San Cayetano. 

Recorre el Desfiladero de La Hermida: este impresionante desfiladero, el más largo de España con 21 kilómetros, ofrece multitud de paisajes espectaculares y es la puerta de entrada natural a Potes. 

Degusta los quesucos de Liébana y el Orujo: visita tiendas locales para probar estos productos típicos. Además, si coincides con la Fiesta del Orujo en noviembre, podrás disfrutar de degustaciones y celebraciones tradicionales.