
De Trillo a Sepúlveda: estos son los cinco pueblos más bonitos a una hora de Madrid
Si buscas una escapada de fin de semana que te aleje del bullicio de la capital, estos son algunos de los pueblos más bonitos a una hora de Madrid.
Si hablamos de ciudades, entonces tenemos que hablar de Madrid. Bulliciosa, apasionante y siempre despierta, la capital de España recibe cada año a millones de visitantes tanto nacionales como internacionales, que quedan maravillados ante las obras de sus museos y la elegancia de sus edificios. Curiosamente, son los propios madrileños los que a menudo sueñan con no estar allí y huir a lugares más tranquilos. Si eres uno de ellos, seguro que te gustará descubrir cuáles son los pueblos más bonitos a una hora de Madrid.
Sigüenza, uno de los pueblos más bonitos cerca de Madrid
La provincia de Guadalajara es uno de los destinos favoritos de los vecinos de la capital, y no solo por su cercanía con la Villa. La belleza de sus municipios, su contundente y deliciosa gastronomía y sus pueblos llenos de historia han hecho que cada vez más y más gente se quede maravillada al visitarla.
Y eso es precisamente lo que ocurre al llegar a Sigüenza. Nada más poner un pie en el casco histórico, donde los edificios medievales cubren cada centímetro de las calles, uno se siente como si hubiese viajado varios siglos atrás en el tiempo. El eco de los pasos resuena por las calles estrechas, que nos llevan hasta lugares como la esbelta catedral de Santa María, que se mantiene en pie desde el siglo XII.

La vida local orbita en torno a la Plaza Mayor, donde las casas se alzan sobre los soportales y donde también podrás ver el edificio del Ayuntamiento, así como pararte a tomar un café. Aunque para comer, la mejor opción siempre serán sus dos restaurantes Estrella Michelin: El Doncel y El Molino de Alcuneza.
Pastrana, la joya oculta de Guadalajara
También en Guadalajara, a una hora y veinte de Madrid en coche y a tan solo treinta minutos en tren, encontramos Pastrana. Junto a Atienza, Hita y Valverde de los Arroyos, este es uno de los cuatro municipios de la provincia incluidos en la lista de Los Pueblos más Bonitos de España.

Este pequeño pueblo de la Alcarria apenas tiene 900 habitantes, y en sus silenciosas calles se respira un aire de tranquilidad muy difícil de encontrar en la ciudad. Edificios como el Palacio Ducal o la iglesia colegiata de la Asunción: un templo que destaca por su preciosa mezcla de estilos románicos y góticos, y que oculta en su interior el Museo Parroquial de Pastrana.
Rascafría, el pueblo más bonito de Madrid
Pero no hace falta poner rumbo a Castilla-La Mancha para visitar pueblos con encanto. A tan solo una hora de la capital se encuentra Rascafría: una localidad que destaca por su bosque finlandés, sus piscinas naturales, su espectacular monasterio y, por supuesto, por su excelente gastronomía.
Se trata de un lugar pequeño, pero encantador: rodeado de altas montañas, podría ser uno de esos paisajes que aparecen en las postales, con el monasterio de Santa María del Paular, del siglo XIV, como indudable protagonista. La construcción es enorme y fusiona de manera maestral elementos góticos y barrocos. Si en el exterior destacan sus torres, en el interior el mármol de color se roba todas las miradas.

La gastronomía típica del lugar incluye carne de caza, setas y legumbres. Probar aquí los torreznos o el cocido montañés hace que no queden dudas de por qué ha sido reconocido como uno de los pueblos en los que mejor se come de Madrid. Entre nuestros restaurantes favoritos se encuentra La Pradera, de donde no te puedes ir sin probar el filete de ternera de la sierra de Guadarrama.
Pedraza, el pueblo más bonito de Segovia
Si viajamos hasta Castilla y León, siempre merece la pena visitar Pedraza, que año tras año se mantiene como uno de los rincones con más encanto de Segovia, y ya es decir. Con su profundo carácter medieval, y oculto tras una muralla que lleva diez siglos en pie, aquí no solo huirás del frenesí de la gran ciudad. También podrás desconectar casi por completo de la vida moderna y sentirte como si hubieras retrocedido en el tiempo.

Más allá de la muralla, merece la pena dejarse encandilar por edificios como la románica Iglesia de San Juan o el castillo de Pedraza: un fuerte del siglo XIII que, tras servir de residencia para los duques de Frías, se ha convertido en el Museo Ignacio Zuloaga, donde se puede seguir la trayectoria del artista a través de sus obras.
Roblelacasa, uno de los pueblos negros de Guadalajara
Si hablamos de los pueblos negros de Guadalajara quizás se te vengan a la cabeza nombres como Campillejo o Valverde de los Arroyos. Lugares donde las casas fueron construidas usando pizarra, de forma que las calles se convierten en laberintos de piedra oscura que resaltan contra las verdes colinas de los alrededores. Entre todos ellos, destaca Roblelacasa, uno de los más bonitos.

Se trata de un pueblo minúsculo, que tiene tan solo un puñado de habitantes. Como puedes imaginar, aquí la tranquilidad es absoluta, y a penas verás a un par de vecinos cuando pasees por sus calles. Más allá de la arquitectura típica del lugar, destaca también su entorno natural, en donde encontramos lugares como la Cascada del Aljibe.