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Qué ver en Graz, la ciudad austriaca llena de relojes que está detenida en el tiempo
Al sureste de Austria se encuentra Graz, una preciosa ciudad llena de relojes cuyo casco histórico ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Alejada de los palacios de cuento de Viena y de los preciosos amaneceres de Salzburgo, se oculta la segunda ciudad más poblada de Austria. Esta pequeña metrópolis es una joya escondida tras las montañas, donde el ruido de las multitudes queda silenciado por el tic tac de los relojes y el rumor de las aguas del río Mura. Son muy pocos los que, al pensar en Austria, se les viene Graz a la mente. Sin embargo, quienes se atreven a visitarla a menudo quedan prendados por la belleza de su casco histórico y la mezcla de estilos arquitectónicos que hacen que la ciudad parezca detenida en el tiempo. Si te apetece conocerla, te contamos qué ver en Graz, la ciudad de los relojes de Austria.
La ciudad austriaca por la que no pasa el tiempo
Algunos dicen que Graz se ha quedado detenida en el tiempo, anclada a los aires de grandeza que le infundió la dinastía de los Habsburgo, que residió aquí entre 1379 y 1619. O justo en el momento en el que los gracienses rechazaron la invasión napoleónica por tercera vez, a principios del siglo XIX. O quizás antes de todo aquello, en el momento en el que se levantó la Torre del Reloj, que vigila la ciudad desde el siglo XIII.
Al menos, esa es la sensación que se tiene al pasear por su casco histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999. En el centro, la calle Sporgasse recorre los puntos más emblemáticos. La arteria principal de la ciudad se encuentra custodiada por numerosas construcciones de estilo renacentista, simétricas y armoniosas, y por edificios barrocos, cuyas fachadas ondulantes capturan las miradas de los visitantes.
Uno no se da cuenta de que está en la época actual hasta que divisa el museo Kunsthaus. El edificio, construido por Peter Cook y Colin Fournier en 2003, refleja la ciudad de Graz como si la superficie de metacrilato fuese un espejo curvo. Su curiosa forma redondeada hizo que los vecinos lo bautizasen como el alienígena amigable y, cuando uno se para frente a la puerta, es fácil entender por qué: más que un museo de arte contemporáneo, la Kunsthaus parece una nave espacial que ha aterrizado en Austria.
Sin embargo, no se trata de un pedacito de futuro y, en realidad, Graz tampoco se encuentra detenida en el pasado. Si recorres los diferentes relojes de la ciudad, desde el de la famosa torre hasta el carrillón de Glockenspielplatz, pasando por el ayuntamiento, te darás cuenta de que el tiempo corre de forma perfectamente normal aquí. Lo que ocurre es, sencillamente, que aquí todos los estilos de todas las épocas tienen cabida.
Qué ver en Graz
Ya hemos hablado de Sporgasse, una de las calles principales de Graz, donde podrás caminar entre preciosos edificios antiguos y vistosos escaparates. Durante la Navidad, la calle se viste de luces y las tiendas se llenan de adornos, convirtiendo el paseo en una experiencia única.
También merece la pena recorrer Herrengasse: en uno de los extremos de la calle puedes ver Mariansäule, una columna coronada por una estatua de la Virgen María, que simboliza la victoria del bien sobre el mal. Al igual que sucede con la otra gran avenida, se encuentra llena de tiendas y joyas arquitectónicas que merece la pena ver, como Herzogshof. Este edificio fue propiedad de los duques de Estiria y toda su fachada está decorada con pinturas al fresco.
Si te gustan las iglesias, antes de salir del centro histórico debes visitar Mariahilferkirche. Construida en el siglo XVII, destaca por su exterior blanco y su fachada de estilo barroco, coronada por dos altas torres que le brindan simetría al conjunto. Otro de los lugares emblemáticos de Graz es Glockenspielplatz, que oculta uno de los relojes más especiales de la ciudad: un carrillón que suena tres veces al día y que muestra a dos figuritas bailando al sol de las horas.
Pero, sin duda, el lugar más emblemático que ver en Graz es la Torre del Reloj. Situada sobre la colina de Schlossberg, vigila la ciudad desde lo más alto. Las agujas doradas le roban destellos al sol al moverse y narran la historia de un lugar que pudo haber sido destruido por las tropas de Napoleón y que, sin embargo, ha sobrevivido a las desgracias que han asolado la ciudad.
TURIUM TIPS
Si crees que te has quedado sin lugares que ver en Graz, visita el palacio de Eggenberg. El edificio, de estilo gótico, se encuentra situado algo lejos del centro histórico, en el barrio de Eggenberg. Sus preciosos jardines se mimetizan a la perfección con el entorno natural y su interior está ricamente decorado. Además, en su interior puedes visitar el Museo Joanneum, que te permitirá conocer más sobre la historia y la cultura del estado de Estiria.
Si quieres probar la gastronomía austriaca, reserva en el restaurante Schmidhofer Im Palais. Aquí disfrutarás de platos como la sopa de castañas o el Tafelspitz, un corte de ternera cocinado al estilo austriaco.
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