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Cuatro hoteles tradicionales en Kioto para vivir la experiencia más auténtica de Japón
Durante más de un milenio Kioto fue la capital de Japón y, al ir, descubrirás el País del Sol Naciente verdadero, el más imperial. Para hacer esa situación todavía más especial, estos hoteles tienen que ser tu elección.
En el año 794 Kioto fue fundada por el Emperador Kamu. En realidad, ya era una ciudad llamada Heian-kyo, pero que al ser elegida como la residencia de la corte imperial de Japón su nombre fue cambiado.
Hoy es uno de los principales destinos de Japón dada su enorme belleza y los milenarios palacios y templos (muchos de ellos reconocidos por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad) que llenan cada rincón de la ciudad. Además, es una de las paradas más espectaculares del tren bala.
En Kioto encontrarás multitud de barrios especiales, como Gion, que tradicionalmente es donde se concentraban las geishas y las casas de té. De hecho, hoy por hoy, al pasear por sus adoquinadas calles te cruzarás con más de una mujer con el kimono tradicional, y seguidas muy de cerca por una o dos aprendices.
La ciudad de Kioto está cruzada por el río Kamo, que la divide en dos. En su orilla occidental encontrarás dos de las principales atracciones de la ciudad: el Palacio Imperial de Kioto y el Castillo Nijō. En la oriental, en cambio, encontrarás el distrito de Higashima, conocido fuera de sus fronteras como Old Kioto. Es una zona situada en la ladera de las montañas, con calles empinadas, estrechas y tradicionales. Es este el Kioto verdadero, el que hay que visitar y en el que debes alojarte.
Muchas de las casas tradicionales de Kioto, llamadas machiya (que se encuentran en todo Japón, pero son típicas de esta ciudad), están cambiando a medida que lo hace la ciudad, convirtiéndose en coquetos cafés, galerías de arte y también hoteles. Este proceso es controvertido en la ciudad, dado que implica cambiar sus tradiciones y adaptarlas al incipiente turismo. A pesar de eso, Kioto lo está haciendo muy bien, dado que preserva su identidad. Por esto mismo te vendría bien hacerle caso a los 10 consejos de qué hacer en tu primera visita a Japón.
Para nosotros, curiosos turistas, pasar aunque solo sea una noche en una machiya tradicional nos acerca más a esa solemnidad que emana de las calles de Kioto. Dicho de otro modo: estos son los hoteles de Kioto en los que tienes que alojarte.
La tradición se une con el lujo más exclusivo en Sowaka
A escasos 108 metros de distancia del Santuario Yasaka, con más de 1350 años de antigüedad, se encuentra un pequeño hotel que es mucho más de lo que parece a simple vista. Situado en una centenaria machiya, su fachada y su puerta (que más que puerta es cortina) alberga un jardín zen repleto de naturaleza al que las escasas habitaciones tienen salida. Aquí, las tradicionales puertas de papel y suelos de bambú se unen a al diseño occidental sobrio, para que no rompa el encanto kiotense. Más que cómodas camas tamaño queen size, en vez de futones en el sueño, así como baños de inspiración onsen, te transportarán de la forma más placentera posible a la casa tradicional de esta ciudad.
Del mismo modo, su localización es inmejorable dado que se encuentra en el centro del barrio de Gion, mencionado al principio del artículo, donde verás más de una geisha pasar por delante de la entrada. Inmersión del más alto nivel.
Además, adyacente al hotel encontrarás un pequeño restaurante, justo a la derecha de la entrada del hotel. Se trata de Iyemon Salon, donde, hecho y servido con el máximo cuidado posible, podrás disfrutar de un té junto a algunos de los dulces típicos de Kioto. Merece la pena la visita.
Un rincón de lectura con patio privado en Kyo no Ondokoro Kamanza Nijo
A medio camino entre el Castillo Nijō y el Palacio imperial de Kioto encontrarás una pequeña casa cuyo exterior no te dirá demasiado, pues parece otra casa más (con mucho encanto, eso sí). El interior, en cambio, es una historia muy diferente. Una cocina, un baño, un salón, una habitación… hasta aquí, nada fuera de lo ordinario para un apartamento turístico.
Eso es lo que parece hasta que llegas a su jardín privado, solo para ti y a su espacio de lectura, donde un enorme árbol que crece sobre una extraordinaria alfombra de musgo reina en el pequeño jardín. A esto se le suma la decoración con esculturas de piedra japonesas y una pequeña biblioteca (con libros tanto en japonés como en inglés).
Se trata de un hotel que irradia tranquilidad y relajación. Japón es uno de los lugares del planeta donde puedes encontrar la paz mental, y en este hotel es tan adecuado para ello que lo raro sería que no lo consiguieses.
Un hotel boutique con todo el encanto de una machiya: Nazuna Kyoto Gosho
Tan solo 7 habitaciones hacen de este espacio situado a menos de un minuto del Palacio Imperial de Kioto un lujo para todo aquel que tenga la suerte de alojarse en él. Su concepción comenzó con la compra de dos machiyas contiguas, que han sido reformadas como una sola gracias al jardín que ahora comparten.
Los diseñadores han logrado mantener el espíritu de “ryokan” (alojamiento tradicional japonés), con diseños de inspiración ligeramente occidental, lo que consigue modernizar los espacios sin renunciar a la tradición de Kioto. La inspiración, como explican sus creadores, proviene del concepto de “wagashi”, un dulce tradicional japonés que se suele servir en las ceremonias del té y que se elabora con mochi (pastel de arroz), anko (pasta de judías dulce) y diversos tipos de fruta. Dicho de otro modo: delicado, desenfadado y, al mismo tiempo, tradicional. Un espacio con ciertas similitudes al hotel milanés que reinterpreta los patios tradicionales italianos.
Los ryokan (este también) se caracterizan por el uso de tatamis y futones para dormir (aunque en este caso, sobre ellos, una cama hará las delicias de los más occidentales) y los onsen (baños/balneario típicos de Japón), aunque diseñado con la privacidad de sus usuarios en mente.
Herencia cultural y diseño vanguardista en Maana Kiyomizu
De vuelta en el margen occidental del río Kamo, en el Higashima (esta vez en su zona sur) encontrarás un hotel que nace de la colaboración de los diseñadores de POJ Studio, de la cadena hotelera Maana Homes y del restaurante Kishin. Un espacio diseñado como un todo, en el que los huéspedes puedan, no solo dormir, sino vivir el día a día, en esta reinterpretación de las machiyas, donde el diseño (en algunos puntos muy occidental) se une a las costumbres y tradiciones de los kiotenses.
Su origen, al igual que en el caso anterior, es la remodelación de una línea de machiyas, que los diseñadores, arquitectos y decoradores de POJ Studio reformaron con dos objetivos en mente. En primer lugar, el respecto y tributo a las tradiciones japonesas, sobre todo a la artesanía, con ejemplos de la misma repartidos por los diversos espacios. Por otro lado, adopción de un diseño muy contemporáneo, a la vez que minimalista, de corte más occidental, pero que en ningún momento le robe el protagonismo a la más profunda tradición japonesa. Su localización, además, permitirá a sus huéspedes salir a la calle y vivir el barrio con más encanto de Kioto. Una visita obligatoria.
TURIUM TIPS
Ni palacios ni pagodas: si solo puedes ir a una calle en Kioto, que sea Pontocho. En el margen occidental del río Kamo encontrarás una pequeña calle peatonal, paralela al río (y la más cercana a este). Son solo 500 metros de calle, pero en ella encontrarás más de una centena de bares y restaurantes, cada cual más encantador y tentador que el anterior. De hecho, si quieres tomarte una copa, te recomendamos el Bar Luckenbooth (que no tiene nombre japonés, en efecto) pero que tiene una colección de whiskies que ya querrían en un castillo escocés. En Japón hay una gran tradición de Whisky y en este local encontrarás los más maravillosos.
De tiendas en Nakanocho. En esta céntrica zona de Kioto, una calle peatonal cubierta es hogar de cientos de tiendas: librerías, artesanos de kimonos tradicionales, pastelerías, tiendas de música, de arte… Lo mejor es que, si te metes por alguna de sus pequeñas perpendiculares, encontrarás las tiendas, sobre todo de comida, más artesanales. Por ejemplo, si te gustan los mochis, encontrarás a más de un señor preparándolos con su ayudante a mazazos. Toda una experiencia.
Los templos, palacios y pagodas de Kioto son una delicia, sin excepción, pero el mejor es Otowasan Kiyomizudera, en el extremo sudoriental de la ciudad. Para acceder te verás obligado a recorrer la empinada calle de Marsubara-dori, que en muchos sentidos es una trampa turística (tiendas de regalos y recuerdos por doquier), pero esto solo es consecuencia de la maravilla que guarda. Un templo budista que, aunque reconstruido en varias ocasiones, data del 778. Los edificios, donde tienen lugar de forma habitual ceremonias budistas, están edificados sobre un acantilado y acompañados de diversas cascadas. Si quieres tener una auténtica experiencia espiritual en Japón, este es el lugar.
Situada en la localidad palentina de Baños de Cerrato, la iglesia de San Juan de Baños es considerada la más antigua de España, así como una de las más bonitas.