Si quieres viajar al pasado con todas las comodidades de la vida moderna, tienes que ir a Toledo

A todos nos gustaría viajar en el tiempo, pero cuando lo imaginamos, también queremos disponer de todas las ventajas del presente, como una cama increíblemente cómoda o un servicio de hospitality atento, detallista y eficiente, algo que en esta ciudad despliega con maestría el hotel Áurea Toledo. Su privilegiada ubicación permite disfrutar de unas vistas espectaculares de la ciudad y también llegar en minutos a la Catedral, la Sinagoga del Tránsito o el Alcázar. Además, este singular hotel integra elementos históricos, como tablas policromadas del siglo XV, aljibes o techos labrados que evocan la riqueza cultural y artística de antaño. Estos fueron restaurados cuidadosamente y se han incorporado a su arquitectura, por lo que alojarse en él se torna una experiencia inigualable.

Y es que acostumbrarse a lo bueno es fácil.  Eso es, en pocas palabras, lo que puedes esperar de una escapada a Toledo, una ciudad que no solo está cargada de leyenda, sino que también esconde tesoros medievales y únicos que te sorprenderán a la hora de alojarte.

Castilla La Mancha esconde algunas de las joyas naturales más impresionantes de España, pero si eres un amante de la historia o simplemente quieres darte una escapada de fin de semana diferente, Toledo debería ser la primera en tu lista de destinos. La ciudad, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, es conocida como la "Ciudad de las Tres Culturas" porque durante siglos fue el hogar de musulmanes, cristianos y judíos que, en lugar de pelearse por el espacio, dejaron una herencia cultural que se respira en cada esquina.

En la Edad Media, los habitantes de estas tres culturas residían en barrios separados. Por un lado, estaban los mozárabes, quienes mantenían la fe cristiana durante el periodo de dominio musulmán en España. Por otro, los mudéjares, musulmanes que continuaban viviendo entre los cristianos sin adoptar su religión. Finalmente, los judíos también convivían con ambos grupos.

Un paseo por la historia viva de Toledo

Uno de los grandes atractivos de Toledo es que no necesitas ser un experto en historia para disfrutarla (como ocurre en el pueblo más bonito de Francia). Cada rincón tiene algo que contar y un encanto a primera vista, y lo mejor de todo es que puedes vivirla de primera mano. Un paseo por el barrio judío te llevará por calles estrechas y empedradas y te trasportará a otra época. Al llegar a la Sinagoga del Tránsito, te darás cuenta de lo que significa la mezcla de culturas: un espacio que ha sido testigo de ritos religiosos y ahora es un monumento cultural imprescindible. A unos minutos a pie, la Mezquita del Cristo de la Luz es otro ejemplo de la riqueza multicultural de la ciudad, con su estructura que data del siglo X, perfectamente conservada.

Y claro, no puedes dejar Toledo sin visitar la Catedral Primada, una obra maestra del gótico español. Con sus impresionantes vidrieras y su altar mayor, la catedral no solo es un símbolo de la ciudad, sino un reflejo de la devoción artística y religiosa que caracteriza a Toledo.

Áurea Toledo: Un refugio de lujo en el corazón de la ciudad

Ahora bien, la experiencia no sería completa si al final de un día caminando por las calles adoquinadas de Toledo y descubriendo todos sus tesoros, no tienes un refugio para descansar al mismo nivel. ¿Nuestra sugerencia? El hotel Áurea Toledo. Este establecimiento constituye, en sí mismo, un pedazo de la historia de la ciudad. Situado en pleno casco antiguo, en él se entrelazan cultura y diseño. Fue creado a partir de la restauración de siete casas patio que datan de siglos pasados. Pero no te confundas: aunque el hotel respira tradición, está equipado con todas las comodidades modernas que podrías desear.

Alojarse aquí es sumergirse en la historia de la ciudad. Sus pasillos son una exposición de arte y arquitectura de gran nivel, que te harán sentir como si estuvieras en un museo, pero con la ventaja de que al final del recorrido te espera una habitación de lujo. Y es que este hotel no solo ha preservado, sino que ha restaurado con buena mano, los elementos históricos para que los huéspedes puedan disfrutar de una experiencia única.

Las habitaciones del Áurea Toledo cuentan con increíbles frescos islámicos del siglo XI, que actúan como ventanas al pasado, y detalles arquitectónicos únicos, como portadas de piedra del siglo XV, estructuras abovedadas con hornacinas del siglo XII y arcos geminados del siglo X. Son, por tanto, únicas en el mundo.

Otro de sus mayores atractivos, y más si buscas relajarte, es su spa, la guinda perfecta para tu escapada. Con una zona wellness que incluye baño de vapor y una vitality pool, este espacio es perfecto para desconectar y recargar energías. Y lo mejor de todo es que puedes reservarlo para ti solo y garantizarte así una experiencia de máxima tranquilidad y privacidad.

Comer: otra experiencia única en Toledo

Toledo se disfruta con la vista, claro que sí. Pero también con el paladar. Para los amantes de la buena mesa, la ciudad ofrece un festín de sabores tradicionales que no puedes perderte. El pisto manchego, las migas o la sopa de ajo son algunos de los platos estrella que te harán entender por qué la gastronomía de Castilla-La Mancha tiene tanto renombre. Y si eres goloso, prepárate para el mazapán. Este dulce de origen árabe se ha convertido en un símbolo de la ciudad, y probarlo recién hecho es toda una delicia. 

TURIUM TIPS