Ni Alfama ni el Chiado, este es el barrio más bohemio de Lisboa: lleno de librerías, galerías y terrazas
El mirador de San Pedro de Alcántara en Príncipe Real. Foto : iStock

Ni Alfama ni el Chiado, este es el barrio más bohemio de Lisboa: lleno de librerías, galerías y terrazas

Cafés modernistas, librerías de autor, arquitectura palaciega y una vida de barrio relajada con vistas al Tajo. Así es Príncipe Real, el secreto menos secreto de Lisboa.

Aleks Gallardo | Mayo 22, 2025

Un barrio que se llama Príncipe Real no tiene derecho a ser discreto. Con un nombre así, lo mínimo es tener jardines decimonónicos, palacetes pasteleros y algún que otro mirador con vistas a los mejores atardeceres de Lisboa. Lo que no esperas —y es ahí donde está el truco— es que esa realeza se mezcle con tiendas experimentales, librerías de autor y cafés donde tan importante es el diseño de la carta como la conversación de al lado.

A Príncipe Real hay que ir para estar, pero también para conocer uno de los lugares imprescindibles de Lisboa. Es un barrio que te pedirá que te sientes. Y una vez sentado, probablemente pidas algo, mires alrededor y empieces a pensar que, de todos los rincones de la capital lusa, este es el que tiene el equilibrio más elegante entre lo auténtico, lo contemporáneo y lo tranquilo.

Historia en Príncipe Real

Este barrio debe su nombre al hijo mayor de la reina María II, pero no encontrarás estatuas ecuestres ni placas pomposas. Príncipe Real ha sido, desde el siglo XIX, una zona residencial con aspiraciones aristocráticas. Aquí se instalaron las familias acomodadas de Lisboa, dejando como herencia edificios señoriales, jardines urbanos y una idea del buen vivir que todavía se respira.

Uno de sus centros es el Jardim do Príncipe Real, un parque con aires franceses, bancos de hierro forjado, quiosco de música y un ciprés monumental bajo el que se refugia medio barrio. A un lado está el antiguo Reservatório da Patriarcal, una cisterna subterránea del siglo XIX que aún puede visitarse, y al otro, la Embaixada, un palacete neomorisco reconvertido en galería comercial con marcas portuguesas de diseño y moda.

Muy cerca de allí, escondido tras una fachada de aire señorial, se encuentra uno de los alojamientos más especiales de Lisboa: el hotel Palácio Príncipe Real. Este antiguo palacio restaurado es hoy un remanso de elegancia contemporánea con jardín interior, piscina, detalles artesanales y una hospitalidad de otra época. Alojarse allí es como formar parte, por unos días, del alma del barrio.

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El lujoso hotel Palacio Príncipe Real. Foto: Palacio Príncipe Real

Librerías, cafés y galerías: el triángulo mágico

En Príncipe Real, las librerías tienen carácter. Algunas, como Tigre de Papel, funcionan también como espacio de pensamiento crítico, con una cuidada selección de editoriales independientes y libros de ensayo que no encontrarías en las grandes cadenas. Under the Cover, por su parte, mezcla publicaciones de moda, arte y diseño con café de especialidad en un espacio que parece diseñado para domingos lentos.

Después del libro, viene el paseo. En sus calles empedradas se cuelan galerías de arte contemporáneo como Galeria Foco, donde se expone obra de jóvenes creadores portugueses, o pequeños ateliers donde se mezcla cerámica y joyería.

Y entre visita y visita, los cafés: desde el Copenhagen Coffee Lab, donde conviven lisboetas con portátiles y visitantes con buen café, hasta terrazas escondidas como la de Lost In, con vistas despejadas sobre las colinas.

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Galería Fotoen Príncipe Real, Lisboa. Foto: Galería Foco

Gastronomía lisboeta en Príncipe Real

Lisboa es uno de los mejores destinos gastronómicos a nivel europeo y eso se nota también en Príncipe Real. El restaurante ZeroZero ofrece pizzas napolitanas al horno de leña en una terraza frondosa, ideal para tardes sin agenda. A Cevicheria, con su ya famoso pulpo gigante suspendido del techo, es otro clásico del barrio: cocina peruana reinterpretada.

Para algo más tradicional, Café de São Bento es la opción infalible: filetes lisboetas en una sala de terciopelo rojo con aroma a club inglés. El resumen es sencillo: se puede comer muy bien sin aspavientos. Nada de grandes ostentaciones, la sofisticación va por dentro.

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Café Sao Bento en Príncipe Real. Foto: Café Sao Bento

El lujo tranquilo del día a día

Quizá lo que define mejor a Príncipe Real es esa noción de lujo tranquilo. El lujo de tenerlo todo sin necesidad de exhibirlo. El de caminar por calles silenciosas, descubrir una tienda con productos hechos a mano o sentarte a tomar el sol en la Praça das Flores.

La Rua da Escola Politécnica, eje central del barrio, conecta museos, librerías, tiendas de artesanía y miradores. Subiendo o bajando por sus adoquines, uno encuentra un tipo de vida que se antoja cada vez más escasa en las grandes ciudades: sin urgencias, sin ruido, sin sobresaltos.

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The Independente Hostel en Príncipe Real. Foto: The Independente

TURIUM TIPS

Refrescarse bajo el ciprés monumental del Jardim do Príncipe Real: uno de los árboles más antiguos de Lisboa.
Descubrir el Reservatório da Patriarcal: la sorprendente cisterna subterránea del siglo XIX.
Darse un capricho con una noche en el Palácio Príncipe Real: y disfrutar de su piscina y jardín.
Tomar una copa en Pavilhão Chinês: entre objetos vintage y vitrinas surrealistas plagadas de tesoros.