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Esta es la ciudad más bonita de Rumanía: casas de colores, campanarios impresionantes y museos al aire libre
Esta ciudad de cuento es una de las más bonitas de la República Checa y está dominada por un castillo espectacular
Český Krumlov es uno de los destinos más bonitos de la República Checa, una ciudad de cuento con un impresionante castillo que te hará sentir como en una película de Disney.
En el sur de la República Checa se levanta una ciudad medieval que no parece real. Atravesada por el río Moldava, que la parte en dos, y dominada por un precioso castillo único en Europa, Český Krumlov es una ciudad de cuento que se encuentra entre las más bonitas de la República Checa. Entre casas de colores y callejuelas adoquinadas, no podrás evitar pensar que este destino parece sacado de una película de Disney.
La ciudad de cuento más bonita de República Checa
En la región de Bohemia Meridional se puede visitar una de las ciudades más bonitas de Centroeuropa, cuyo centro histórico es Patrimonio de la Humanidad desde 1992. Su historia está estrechamente ligada a la estirpe de los Rosenberg, una familia noble que llegó a situarse entre las más poderosas de todo el globo.
Aunque la llama de esta familia se apagó hace cuatro siglos, su huella permanece imborrable en cada rincón de Český Krumlov. Fueron ellos quienes levantaron el castillo a mediados del siglo XIII y quienes fundaron la ciudad. Es por esto que su emblema, una rosa de cinco pétalos, puede encontrarse en multitud de edificios históricos.
En su estrecho casco antiguo, contenido por los márgenes del río Moldava, se suceden los edificios renacentistas, los palacetes de estilo medieval y las casas coloridas. Desde lo alto de la torre del castillo, que puede verse desde cada rincón de la ciudad, los tejados se extienden como un mar naranja que contrasta con el verde de las colinas que lo rodean. Aquí se puede ver uno de los mejores atardeceres de Europa, pues con la caída del sol, las tejas rojizas brillan como una lengua de fuego.
Al contemplarlos desde arriba, vemos cómo los edificios se ondulan y se adaptan al curso del río, adoptando una curiosa forma de “S”. Al bajar, la vista se pierde inevitablemente en la alta torre del castillo, donde los arcos de medio punto, construidos en piedra rosa, y las cúpulas verdes vibran con el repiqueteo de las campanas originales. Un reloj dorado marca el paso de las horas aquí, aunque parece que Český Krumlov está detenida en el tiempo, en un momento de esplendor más propio del pasado que de la actualidad.
Qué ver en Český Krumlov, además de su castillo de cuento
Al bajar en la estación de Český Krumlov queda claro que el castillo es su atractivo principal. La vista se va, inevitablemente, hasta su altísima torre. El verde de la cúpula contrasta con el azul del cielo y su aguja juega a atravesar las nubes en los días nublados. A sus pies, el complejo en el que se encuentra la fortaleza despliega sus cuarenta construcciones por lo alto del monte.
Además del castillo, de estilo gótico oriental, el conjunto cuenta con un teatro barroco, una sala de exposiciones en el sótano, una casa de verano y un palacio. El exterior se puede visitar de forma gratuita. Para conocer el interior puedes contratar una visita guiada por menos de 20 €. Ahora bien, debes tener en cuenta que las visitas solo pueden realizarse entre mayo y octubre.
Sin embargo, hay mucho más que ver aparte del precioso castillo. A su entrada encontramos la calle más antigua de la ciudad. Aquí, en la Calle Latrán, las tiendas se suceden una tras otra. En sus escaparates se pueden ver desde productos artesanos hasta licores típicos de la República Checa, como la Becherovka.
En el centro de la ciudad se encuentra la plaza del Ayuntamiento: un recinto acogedor, lleno de edificios renacentistas con fachadas coloridas. Ante el ayuntamiento, cuyo blanco exterior se sostiene sobre unos antiguos soportales, se erige una columna barroca que se construyó para agradecer a la virgen el fin de la peste.
Por supuesto, no puedes irte sin probar el festín bohemio del restaurante U Dwau Maryi: un plato típico que mezcla carne de faisán, conejo, jamón cocido, patatas y hortalizas. Despídete de la ciudad dando un paseo en barc0 por el río Moldava.
TURIUM TIPS
El mejor momento para visitar la ciudad de cuento más bonita de la República Checa es a mediados de junio. Los días 16, 17 y 18 de este mes se celebran las Fiestas de la Rosa de Cinco Pétalos, un festival medieval lleno de conciertos y actividades al aire libre y numerosos mercadillos.
Para llegar a Český Krumlov desde Praga puedes coger uno de los buses que salen desde la estación central de Florenc. El trayecto dura tres horas y cuesta tan solo 5 €. También es posible llegar en tren desde Hlavní Nádraží.
Te recomendamos probar los platos típicos de la gastronomía checa en Svejk Restaurant, un local que se encuentra bastante cerca del centro donde puedes probar platos como carrilladas de oso, el goulash y, de postre, las tortitas checas más tradicionales.
Para visitar los monumentos más relevantes a buen precio, compra la Český Krumlov Card, que incluye visitas al museo y la torre del castillo, al Museo Regional, al Estudio fotográfico Seidel, al Centro de arte Egon Schiele y también al Monasterios de Český Krumlov.
