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Esta es la ciudad más bonita de Rumanía: casas de colores, campanarios impresionantes y museos al aire libre
Timişoara, la primera ciudad libre de Rumanía, es una de las ciudades más bonitas de Rumanía, llena de casas de colores y monumentos espectaculares que merece la pena visitar.
Desconocida y encantadora, Timişoara es para muchos viajeros la ciudad más bonita de Rumanía. Sus casas de colores y sus edificios secesionistas quizás te recuerden a alguna que otra ciudad Europea, motivo por el que los viajeros más atrevidos se refieren a ella como “la pequeña Viena”. No te dejes engañar, porque esta no es una copia a pequeña escala de una de las grandes capitales europeas. La capital de Banato es un destino único, un museo vivo que día tras día y calle tras calle va narrando su propia historia a aquel que lo visita.
La historia de la primera ciudad libre de Rumanía
Nada más aterrizar en Timişoara resulta evidente que, bajo las capas de palacios e iglesias, se oculta una ciudad con mucho pasado. Fundada en el siglo XI bajo la sombra del imperio austriaco, fue fortificada durante el reinado de Carlos I. Su ubicación privilegiada al margen de las fronteras de Serbia y Hungría pronto la convirtió en un enclave crucial en las sucesivas luchas armadas.
Sin embargo, ni las murallas ni el precioso Castillo de Corvinesti, que se mantiene en pie desde el siglo XV sobre una de las siete colinas de la ciudad, pudieron frenar el avance otomano. Convertida en capital del Eyalato de Temeşvar, estuvo bajo dominio musulmán hasta 1716, momento en el que pasó a manos de los Habsburgo.
En muchas ocasiones esta ciudad, cuyo nombre apenas resuena más allá de las fronteras rumanas, ha llevado la delantera a otras más populares en lo que a avances se refiere. En la década de 1880 fue la primera ciudad europea en iluminarse con farolas eléctricas.
Justo un siglo después, cuando los cimientos del régimen comunista empezaban a tambalearse, sus calles, hoy tranquilas, se llenaron de protestas en lo que pronto sería el germen de la revolución rumana. Un mundo nuevo comenzó a escribirse allí, a orillas del río Bega, que en aquel diciembre de 1989 contempló cómo Timişoara se convertía en la primera ciudad libre de Rumanía.

Por qué Timişoara es la ciudad más bonita de Rumanía
Aunque menos conocida que Bucarest, la que en 2023 fue Capital Europea de la Cultura deslumbra con sus plazas ajardinadas y sus palacetes modernistas. Timişoara no es lo que uno imaginaría al pensar en las ciudades de Rumanía. Alfombrada en hierba verde, la ciudad de los parques se convierte en un museo al aire libre a medida que la recorres.
La influencia del Art Nouveau está presente en cada calle. Lo verás en las fachadas de edificios como el Palacio Lloyd, cuyo semblante blanco y simétrico evoca una sensación de paz difícil de explicar, o del Palacio Neuhaus. Ambos situados pared con pared, en la Plaza de la Victoria, observan a los viandantes desde arriba, con ese estilo a la vez clásico y moderno que tan presente está en esta ciudad.
En esa misma plaza, imponente y colorida, se encuentra la Catedral Metropolitana Ortodoxa rumana. Esta iglesia, construida en el siglo XX, destaca por sus once campanarios de ladrillo y sus cúpulas verdes y rojas, que recuerdan a un castillo de cuento. Aunque ya solo ver su exterior merece la pena, al cruzar sus puertas descubrirás una magnífica bóveda cubierta de mosaicos y una pequeña puerta que conduce a un museo escondido, repleto de libros sagrados e iconografía religiosa.
Qué ver en Timisoara
Algunos de los lugares que debes visitar durante tu estancia en Timişoara son:
El Memorial de la Revolución
Tras la guerra civil que acabó con el mandato comunista en Rumanía, este museo abrió sus puertas para evitar que lo vivido durante la década de los 80 cayera en el olvido. Aquí la revolución rumana se narra a través de imágenes y objetos que, poco a poco, entretejen un testimonio conmovedor sobre la historia reciente del país.
La Gran Sinagoga
Construido en 1865 en estilo morisco, este edificio religioso sorprende por sus muros de ladrillo, por su gran vidriera central y por las dos torres que la coronan. Se trata de uno de los Monumentos Históricos de Rumanía y destaca, además de por ser el único edificio de este estilo dentro del casco histórico, por ser una de las tres sinagogas que permanecen en pie en la ciudad.
La Plaza de la Unión
Si buscas Timişoara en tu teléfono móvil, lo primero que verás son una serie de casas de colores de estilo barroco y neoclásico. Estos edificios, que rodean la Plaza de la Unión, confieren un encanto especial al centro de la ciudad y tiñen de luz uno de los rincones más emblemáticos de la historia de este rincón de Europa. Nada en esta encantadora ciudad sería lo mismo si aquí, en 1918, no se hubiese firmado la anexión de la región de Banato al Reino de Rumanía.
Museo de Banato
Si quieres conocer más sobre esta localidad, no puedes irte sin visitar el Museo de Banato. Inaugurado en 1872 en el interior de una fortaleza medieval, el Castillo de Huniade sirvió de residencia para numerosos mandatarios otomanos. A día de hoy, el museo cuenta la historia de una región que, sin duda, tiene mucho que descubrir.
TURIUM TIPS
El Memorial de la Revolución abre de lunes a domingo, en horario de 8:00 a 17:00 los días laborables y entre las 10:00 y las 18:00 los fines de semana. Además, la entrada al memorial es completamente gratuita.
Si quieres conocer más sobre la arquitectura rumana, te recomendamos visitar el Museo de la Aldea del Banato: una exposición al aire libre que narra la historia de la región a través de casas típicas que se pueden visitar. La entrada cuesta tan solo cinco leus rumanos.
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