Seis playas de Galicia por las que merece la pena un verano en el Norte

Quienes todavía no han descubierto Galicia en verano, no saben lo que se pierden. Veranear en esta terra meiga es sumergirse en un paraíso natural donde la historia, la cultura y la gastronomía se entrelazan con paisajes (y playas) de ensueño. Y sí, muchos pueden pensar que el clima gallego es caprichoso, pero esta tierra verde y fértil guarda en sus costas algunos de los tesoros playeros de España (además de algunos de los faros más bonitos de España).

Primero, desmitifiquemos eso del clima. Es cierto que Galicia tiene fama de ser lluviosa, pero durante el verano, la realidad es otra. Las temperaturas son suaves y agradables, y los días soleados para nada son una rareza. Esto se traduce en playas no abarrotadas y una experiencia de descanso y conexión con la naturaleza que difícilmente se encuentra en otros lugares más concurridos y calurosos. Eso sí, el agua está más fría que en el Mediterráneo, pero a la bueno nos acostumbramos todos rápido. Ya verás. 

Playa de Rodas, Islas Cíes

¿Existe un lugar en Galicia donde la arena es tan blanca y fina que parece harina, y el agua tiene un color turquesa que rivaliza con el Caribe? Sí, estás describiendo la Playa de Rodas en las Islas Cíes, un auténtico tesoro natural protegido que forma parte del Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las Islas Atlánticas de Galicia. Considerada una de las playas más hermosas del mundo por The Guardian, Rodas es un refugio de tranquilidad y belleza. Llegar a las Cíes implica un corto viaje en barco desde Vigo, pero cada minuto de la travesía vale la pena para experimentar este paraíso.

Playa de As Catedrais, Ribadeo

Si hablamos de maravillas naturales, no podemos pasar por alto la Playa de As Catedrais en Ribadeo. Esta playa es famosa por sus impresionantes formaciones rocosas que, con la marea baja, crean arcos y cuevas que evocan la arquitectura de una catedral gótica. Pasear por As Catedrais es como caminar por un monumento esculpido por la naturaleza a lo largo de milenios. Es importante planificar la visita según las mareas para poder explorarla en su máximo esplendor.

Playa de Carnota

Con más de 7 kilómetros de longitud, la Playa de Carnota es una de las más largas de Galicia y brinda un espacio infinito para relajarse y disfrutar del mar. Este impresionante arenal se encuentra en la costa oeste de Galicia y está bordeado por dunas y marismas que albergan una rica biodiversidad. Carnota es un ecosistema que invita a la contemplación y a la desconexión total. La belleza virgen de este lugar es un testimonio de la Galicia más salvaje y auténtica.

Isla de Guidoiro Areoso, Ría de Arousa

Se le conoce como el Caribe gallego y con razón. El islote de Guidoiro Aresos es un pequeño paraíso en la Ría de Arousa. El acceso diario es limitado para preservar esta maravilla natural así que acuérdate de pedir tu permiso para desembarcar en sus playas de aguas cristalinas y su entorno natural. Una joya oculta que hay que cuidar, perfecta para aquellos que buscan una experiencia más íntima y exclusiva. La isla se puede explorar a pie. 

Playa de Area Maior, Muros

En el municipio de Muros, encontramos la Playa de Area Maior. Esta playa es un extenso arenal de casi 1 kilómetro de longitud, perfecto para largas caminatas y baños en sus tranquilas aguas. Después de un día de playa, recorre el casco antiguo de Muros, un encantador pueblo marinero que merece una visita. La combinación de playa y cultura hace de Area Maior una opción excelente para disfrutar de un día completo en Galicia.

Playa de Area Longa, Baroña

Por último, pero no menos importante, la Playa de Area Longa en Baroña es un rincón mágico que combina historia y naturaleza. Situada junto a los restos del castro celta de Baroña, esta playa es un lugar donde se respira la esencia de Galicia en estado puro. Sus aguas limpias y frías son perfectas para un baño refrescante, y la vista de las ruinas del castro añade un elemento de misterio a la experiencia.