Por qué viajan a Tokio los influencers: la ruta de siete puntos para descubrir la ciudad más alucinante de Japón

En los últimos meses, si has dedicado algunas horas a hacer scroll en Instagram, probablemente habrás visto cómo las stories de tus influencers favoritos se llenaban de escenas al más puro estilo nipón y de consejos para viajar al país del Sol Naciente. Es la prueba irrefutable de que Japón es el destino de moda este otoño. Especialmente, desde la apertura del vuelo directo de Iberia que une Madrid y Tokio, la mejor noticia que podían recibir los viajeros españoles amantes de todo lo nipón. Desde el 27 de octubre de 2024 Iberia ha restablecido por fin su vuelo diario sin escalas a Tokio. Un viaje de ida de apenas 14 horas que reduce a mucho más de la mitad el tiempo que estos últimos años se tardaba en llegar a la capital de Japón cuando tocaba cambiar de avión tras varias horas de aduanas y esperas en Londres, Berlín o Helsinki.

Aunque no cuenta con la tradición y los hoteles históricos de Kioto, la capital japonesa atrae a multitud de viajeros. Entre luces de neón, calles abarrotadas y templos para ponerte modo zen, esta ciudad se ha convertido en un imán para aquellos que buscan una experiencia que combine modernidad y tradición, pero con ese toque que Instagram ama. Y aunque cada ciudad tiene su encanto, Tokio tiene ese “no sé qué” que hace que cada rincón que descubres sea una foto de portada.

¿La magia de Tokio? Es una ciudad que tiene algo que te sacude, la forma de vivirla es distinta al resto del mundo. Pero tranquilo, no necesitas ser influencer para encontrar rincones especiales, la ciudad está llena. Desde las calles llenas de carteles en Kabukicho hasta el cruce de Shibuya, donde cada paso se convierte en coreografía urbana, Tokio está plagado de experiencias urbanas que parece que han sido hechas a medida para ser capturadas, contadas y compartidas. Estos son los lugares más repetidos en los feeds, stories y publicaciones de los influencers con más seguidores. 

1. Kabukicho en Shinjuku: el espectáculo de luces que no duerme

Kabukicho, en pleno barrio de Shinjuku, es la encarnación del Tokio más vivo y eléctrico. Conocido como el distrito de entretenimiento de la ciudad, sus luces de neón y carteles publicitarios crean un paisaje surrealista salido de un cómic futurista.

Pero Kabukicho es mucho más que una postal nocturna: aquí, el entretenimiento adopta múltiples formas, desde karaokes que permiten al visitante desinhibirse con canciones japonesas clásicas hasta pequeños bares izakaya escondidos en callejones, cada uno con su propia personalidad. Hay también love hotels de fachadas temáticas y el famoso Godzilla que asoma su cabeza en el Toho Cinema, un icono que parece vigilar la zona y aporta un toque excéntrico que fascina tanto a turistas como a locales.

2. Shibuya Crossing: la multitud es el espectáculo

Shibuya Crossing es ese lugar donde el caos cobra sentido y se transforma en arte. Se trata de uno de los cruces más concurridos del mundo,  pues se llena de miles de personas que cruzan en todas las direcciones cada vez que el semáforo da paso. Es un espectáculo urbano: el vaivén de las personas crea un ritmo hipnótico que representa el dinamismo de Tokio. Verlo desde el nivel de la calle ya es impresionante, pero capturar la escena desde arriba —desde el Shibuya Sky o el famoso Starbucks— es llevarse a casa la esencia de Tokio en una imagen.

De noche, el cruce adquiere una energía diferente. Las luces de los carteles gigantes, las pantallas LED y los reflejos en los cristales de los edificios circundantes convierten Shibuya en un escenario futurista. 

3. Tokyo Tower: un clásico de postal

La Tokyo Tower, con su estructura inspirada en la Torre Eiffel, pero con un inconfundible toque japonés, es uno de los miradores más icónicos de la ciudad. Durante el día, vistas panorámicas donde la ciudad parece extenderse hasta el infinito. En las noches, una iluminación que hace que Tokio brille de una manera casi mágica.

Una visita al mirador principal permite ver de cerca el complejo tejido urbano, y en días despejados, incluso el Monte Fuji se asoma en el horizonte. Para los más aventureros, la Tokyo Tower cuenta también con el Top Deck Tour, una experiencia guiada que lleva al visitante a una plataforma aún más alta, con vistas que no se olvidan.

4. Sensoji Temple: espiritualidad y color en Asakusa

El templo Sensoji es el templo budista más antiguo de Tokio y uno de los más visitados. La entrada, a través de la icónica puerta Kaminarimon con su enorme linterna roja, da paso a la calle Nakamise, un corredor peatonal repleto de tiendas de recuerdos y dulces tradicionales. Aquí puedes encontrar desde muñecas hasta snacks típicos, en un ambiente que mezcla lo sagrado y lo comercial de forma curiosamente armoniosa.

Llegar al edificio principal del templo es como un viaje en el tiempo. Al fondo, la pagoda de cinco pisos y los jardines del templo crean un ambiente solemne que invita a la introspección. Los locales vienen a rezar y pedir fortuna, mientras que los turistas aprovechan para hacer fotos con los farolillos y decoraciones rojas y doradas. Es el lugar perfecto para sentir la esencia espiritual de Tokio.

5. Las vistas desde Roppongi Hills: Tokio a tus pies

Para quienes desean ver Tokio desde las alturas, el observatorio de Roppongi Hills es una parada obligada. Desde el Tokyo City View, los visitantes pueden disfrutar de una vista panorámica de la ciudad que abarca desde la Tokyo Tower hasta el Skytree. Pero el verdadero encanto llega al atardecer, cuando la ciudad se ilumina y se convierte en un tapiz de luces que resalta la arquitectura y la magnitud de Tokio.

En el complejo de Roppongi Hills también se encuentra el Museo Mori, uno de los espacios culturales más importantes de la ciudad con exposiciones de arte contemporáneo. Subir a este mirador permite tener una imagen completa de un lugar que no deja de reinventarse.

6. Tokyo Plaza Omotesando Harajuku: ¿esto es un centro comercial?

Tokyo Plaza Omotesando Harajuku es una parada imperdible para todos los influencers que buscan una experiencia visual fuera de lo común. La entrada, decorada con paneles de espejos que reflejan la calle Omotesando de forma caleidoscópica, crea un juego visual único que transforma cada ángulo en una obra de arte. Este centro comercial redefine el concepto de escaparate y eleva la experiencia de algo tan sencillo como entrar y salir.

Además, en sus tiendas encuentras desde marcas de lujo hasta artículos exclusivos de moda japonesa, y en su terraza ajardinada puedes hacer una pausa con vistas a Harajuku. La visita a Tokyo Plaza es una mezcla de compras, arte y arquitectura que redefine el concepto de centro comercial.

7. El túnel de torii rojos del santuario Nezu

Si bien el túnel de torii del santuario Fushimi Inari en Kioto es el más conocido, el santuario Nezu en Tokio es una alternativa similar alejada del bullicio. Situado en una tranquila zona residencial, este santuario cuenta con un camino de arcos rojos que se abre paso a través de un verde paisaje. No hay visita a Japón sin una foto con estos portales rojos de fondo, así que no te quedes sin ella. Los jardines de Nezu también son conocidos por sus azaleas en primavera, que cubren el área de colores vivos. 

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