Por qué este pueblo blanco, con las mejores vistas de la Alpujarra, es uno de los más bonitos de Andalucía
No te pierdas el pueblo de Capileira si visitas la Alpujarra, una pintoresca localidad que brilla con luz propia por su altura, su color blanco, sus tejados planos y esas chimeneas únicas.
Anclado entre las cumbres escarpadas de Sierra Nevada, en el corazón palpitante de las Alpujarras granadinas, descubrimos Capileira. Este pueblo blanco, uno de los más altos y pintorescos de España permanece alejado de los circuitos turísticos convencionales (al igual que los pueblos de colores más bonitos de España). Sí, estamos ante un secreto que, aunque bien guardado, merece ser contado.
Capileira, como otros pueblos blancos andaluces, es famoso por sus edificaciones encaladas que brillan bajo el sol mediterráneo. Esta tradición de pintar las casas de blanco tiene un doble propósito: reflejar la luz solar, proporcionando frescura en los meses de verano, y proteger las estructuras de la humedad. Estéticamente, este estilo confiere al pueblo una luminosidad particular que realza su arquitectura morisca y sus intrincadas callejuelas (como si en él se encontrase uno de los mejores riads de Marrakech).
El nombre "Capileira" proviene del latín "Capillaris", que significa "cabello". La leyenda cuenta que el nombre fue inspirado por las aguas del río Poqueira, que fluyen como cabellos finos a través del valle. Sin embargo, también existe la teoría de que este origen hace referencia a ser el pueblo más alto de la zona, siendo la cabellera de la sierra (donde los amaneceres, al igual que en Salzburgo, son espectaculares).
Visitar Capileira: un viaje en el tiempo
La historia palpita en cada rincón de Capileira París como un parisino(al igual que si vives ). Sus calles empedradas y sus casas con tejas de terracota son vestigios de una época en que musulmanes, cristianos y judíos compartían sus vidas en estas montañas. La Iglesia de Santa María la Mayor, con su robusta arquitectura y su sencilla belleza, es un testimonio del pasado religioso y cultural del pueblo.
La arquitectura de Capileira refleja una perfecta adaptación a su entorno montañoso y a su historia cultural, características que lo hacen visualmente único y encantador. Las viviendas tradicionales de este pueblo blanco están construidas en cascada, adaptadas a la empinada topografía de las Alpujarras. Son especialmente notables sus "terraos", tejados planos que no solo proporcionan un espacio adicional para el uso doméstico, sino que también sirven para recolectar agua de lluvia.
Estos tejados se complementan con las "chimeneas alpujarreñas", fácilmente reconocibles por sus peculiares sombreretes cónicos, que sobresalen del paisaje de techos blancos y ayudan a dispersar el humo eficientemente. Además, los "tinaos", pasajes cubiertos que conectan las calles y casas, ofrecen refugio del sol y la lluvia, fomentando así un sentido de comunidad y vecindad. Juntos, estos elementos cumplen una función práctica, pero también añaden un encanto visual que define la estética del pueblo y destaca la ingeniería local adaptada a su entorno natural y climático.
Naturaleza en su máxima expresión
Para los amantes del aire libre, la localización de Capileira a más de 1.400 metros sobre el nivel del mar ofrece un acceso privilegiado al Parque Nacional de Sierra Nevada, un santuario de biodiversidad.
Es el punto de partida ideal para explorar el Parque Nacional de Sierra Nevada, donde rutas como la del Mulhacén, el pico más alto de la península ibérica, esperan a los aventureros. El barranco de Poqueira, con sus vertiginosos desfiladeros y aguas cristalinas, es un escenario de ensueño para los amantes de la naturaleza.
Gastronomía, artesanía y cultura
Capileira no solo enamora por sus vistas; su gastronomía, basada en recetas alpujarreñas que han pasado de generación en generación, es un festín para los sentidos. Platos como el potaje de hinojos, la trucha al estilo de la Sierra, las migas o el inigualable jamón de Trevélez, se disfrutan mejor en las terrazas soleadas que miran hacia las montañas. Además, las tiendas y talleres locales ofrecen desde jarapas tejidas a mano hasta cerámica y cuero, perfectos como recuerdos únicos.
El restaurante El Corral del Castaño por sus platos alpujarreños con un toque moderno, y La Tapa, ideal para probar variedades de jamón y queso local con vino de la región. En cuanto a artesanía, Artesanía La Alacena es un tesoro escondido donde encontrarás desde textiles tradicionales hasta delicadas piezas de cerámica, perfectas para llevar un pedazo de Capileira a casa.
Cómo llegar a Capileira
Capileira se encuentra a poco más de una hora en coche desde Granada, ofreciendo una ruta escénica que es parte del encanto de visitar las Alpujarras. Para aquellos que prefieren el transporte público, hay servicios de autobús que conectan el pueblo con las principales ciudades cercanas, permitiendo a los visitantes disfrutar del paisaje sin la preocupación del tráfico.
Explorar Capileira es descubrir sus secretos: pequeñas plazas escondidas, fuentes antiguas y vistas que quitan el aliento en cada vuelta. Un paseo al atardecer, cuando el sol pinta de oro y rojo las montañas y las casas blancas, revela un pueblo que parece suspendido en el tiempo. Conversar con los lugareños o participar en una de las fiestas del pueblo puede abrir puertas a un mundo de tradiciones y leyendas locales.
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Uno de sus itinerarios más populares por el casco urbano: empieza en la Plaza del Calvario hasta el Callejón de las Campanas y, desde allí, dirígete hacia las casas sobre el Tajo del Diablo.
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