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Qué ver en Berlín en un fin de semana: lujo silencioso, vanguardia urbana y vida nocturna
La capital de Alemania es una de las ciudades más cosmopolitas del mundo. Hagas lo que hagas, la diversión está asegurada. Pero hay otro Berlín, más serio y oscuro que el que se ve a simple vista.
No es una ciudad, sino 20 diferentes. A aquellos acostumbrados a vivir en una gran población no les extrañará que una urbe tenga varias personalidades, pero Berlín se lleva la palma. La caída de Muro de Berlín hace casi 35 años reunificó una ciudad que se pasó medio siglo dividida. Es un centro de negocios, la capital “underground” europea, el mejor escaparate del street art, un refugio de lujo puro, una de las ciudades más políticas que existen y la capital mundial del techno. Todo en uno. Mientras que convertirte en un parisino durante 24 horas supone abrazar el lujo puro, convertirte en un berlinés es una experiencia mucho más moderna.
Cualquier ciudad normal habría tardado siglos en reconstruirse y conseguir adoptar una personalidad propia, pero no es el caso de Berlín. Como David Bowie describió la ciudad: “Berlín, el mayor espectáculo cultural que uno pueda imaginar”.
Pero sería una irresponsabilidad ignorar qué ha llevado hasta aquí tanto a berlineses como a visitantes. Por desgracia, parte del encanto berlinés depende de un periodo muy oscuro de la historia de Europa: la Segunda Guerra Mundial.
Qué pasó en Berlín y por qué es importante
La capital de la Alemania actual también lo fue del Tercer Reich. Tanto es así que puntos esenciales de la historia de este continente son atracciones turísticas preciosas hoy en día. El 2 de mayo de 1945 la bandera de la URSS se alzó sobre el Reichstag después de una más que cruel batalla en lo que hoy se conoce como Platz der Republik, un maravilloso jardín con un césped milimétricamente cortado justo delante del Bundestag.
Este césped se une al Großer Tiergarten, el parque más grande e importante de Berlín. En su interior se encuentra el Palacio de Bellevue, donde vive el presidente de Alemania.
Otros dos elementos esenciales de Berlín, son el Denkmal für die ermordeten Juden Europas (Monumento a los judíos de Europa asesinados), situado justo al sur de la Puerta de Brandemburgo y el Jüdisches Museum Berlin (el Museo Judío). Es una visita dura, pero obligatoria. En él se explora la historia judeo-alemana, así como los horrores del Holocausto. El turismo de la Segunda Guerra Mundial, como es lógico, existe a lo largo y ancho de la Europa continental, como ocurre con Berchtesgaden, muy cerca de Salzburgo, la ciudad con los mejores amaneceres de Europa o con La Mayenne, capital europea del slow turismo.
Otro de los esenciales “históricos” de Berlín es el tour que explora el Berliner Unterwelten: el Berlín subterráneo. Se trata de un recorrido por la arquitectura bajo tierra de la ciudad. Búnkeres antiaéreos de la Segunda Guerra Mundial; pasadizos excavados en roca para mover personas bajo el Muro de Berlín; fábricas subterráneas u hospitales bajo la roca.
El aspecto más "divertido” del Berlín de la Segunda Guerra Mundial y de la Guerra Fría lo ofrece el Tempelhofer Feld, un aeropuerto que dejó de operar en 2008. Desde suspistas despegaban los “Stukas” y sus terroríficas sirenas que sembraban el miedo por Europa.
El ayuntamiento, en vez de recalificar los terrenos, decidió mantenerlo como estaba y abrir las pistas al público. Hoy en día, sobre todo en fin de semana, miles de berlineses se reúnen para hacer ejercicio, competir en sus instalaciones de skate board, hacer desfiles de cometas y un larguísimo etcétera. Es un espacio inmenso para llevar a cabo lo que cada uno quiera al aire libre.
El lujo berlinés
El Berlín más lujoso tiene su hogar en Kurfürstendamm, un enorme (y anchísimo) bulevar que comienza en el zoológico (pegado al Großer Tiergarten) y que termina en Halensee, casi en las afueras de la ciudad. En él, podrás encontrar todas las tiendas que tu corazón desee, pero también pequeñas joyas ocultas en forma de hoteles y restaurantes.
La recomendación obligatoria, por supuesto, es el restaurante Grace o, como lo describe la mismísima Guía Michelín: “El sitio en el que tienes que estar”. Un restaurante que se caracteriza por ofrecer la más absoluta diversión. Esto se consigue (en parte) por la decoración que une los aspectos más tradicionales del lujo con la experimentación más contemporánea. Su magnífica terraza (o más bien, jardín-azotea) ofrece vistas inigualables al Großer Tiergarten y a la totalidad de la Kurfürstendamm. Respecto a su menú, no hay nada más seguro que apostar por las ostras y los solomillos de la más extraordinaria calidad. Imposible que defraude.
La noche de Berlín: famosa en el mundo entero
Como se explicaba más arriba, es imposible explicar qué es Berlín sin hacer referencia a su historia (en parte, bélica). Del mismo modo, sería una irresponsabilidad reconocer que la música, sobre todo la electrónica, así como la vida nocturna, son dos de los principales reclamos de la ciudad alemana.
En efecto, la vida nocturna puede ser intimidante y, en un país extranjero, más. Berlín está plagado de “templos” de la electrónica, y si no te interesa realmente y solo vas a ver qué ambiente hay, no te molestes, el personal de seguridad sabe filtrar bien a los no devotos. Si realmente tienes un interés, no tendrás ningún problema en entrar a cualquier “garito”. Lo que sí debes tener en cuenta es lo siguiente: apréndete qué vas a ir a ver, porque a veces te preguntan.
De entre todas las discotecas y “garitos” de Berlín, algunos son mundialmente famosos. De entre todos ellos destaca Tresor Berlin. Es esencial en el desarrollo de la “escena techno” desde 1991. Una institución en toda Europa.
La capital del arte urbano y contemporáneo
No solo son las discotecas de techno (que alguno defenderá como “arte”). Otro de los grandes atractivos culturales de Berlín es su devoción por el arte y por la experimentación por el mismo. Es una de las ciudades del mundo que, por habitante, mayor cantidad de galerías de arte tiene. De hecho, según explican desde el sector, en la actualidad hay más de 440 galerías en la ciudad.
Una de las más espectaculares (y contemporáneas) es Dark Matter, un espacio interactivo donde las formas geométricas a gran escala, las luces y la oscuridad son capaces de desorientarse y que dudes de qué es real y qué no. Toda una experiencia.
Otro de los atractivos artísticos de Berlín es su arte callejero. No se basa en los “grafitis” que pueblan las fachadas de Madrid, sino algo mucho más personal, que va de la mano con el alma de la ciudad alemana. Si buscas el mejor ejemplo de esto, dirígete al barrio de Friedrichshain (de forma muy oportuna, justo al oeste de Dark Matter). En él, ve al número 12 de la calle Kreutzigerstraße. Lo que estarás viendo es una de las fachadas más famosas de Berlín, hecha por los inquilinos del edificio, de forma ajena a la ley y las instituciones.
Cuánto tiempo necesitas para visitar Berlín
En todas y cada una de las guías de destinos de Turium mencionamos que, bueno, un fin de semana suele ser insuficiente. Da igual el destino, pues dos días son poquísimos. Ese no es el caso en Berlín.
Por supuesto, sería mejor pasarse aquí, en un hotel de lujo, un mes entero. Pero lo cierto es que si vuelas un viernes por la tarde y regresas un domingo al medio día, habrás visto Berlín (tal vez no todos sus museos y atracciones, pero muchos de ellos sí). Por una vez, un fin de semana es suficiente.
TURIUM TIPS
Al ser la ciudad más poblada de Europa, no es de extrañar que en Berlín puedas encontrar toda la gastronomía disponible en una gran ciudad. Pero hay algo que solo tienen ellos: un restaurante, con dos estrellas Michelin, dedicado única y exclusivamente a los postres. Se trata del CODA Dessert Dining & Bar. Se encuentra en extremo norte del barrio de Neukölln y allí podrás disfrutar de una experiencia gastronómica muy diferente y deliciosa (sobre todo para los más golosos), con 15 pases de postres, acompañados cada uno de ellos por un maridaje diseñado para sacar el máximo provecho de los sabores más dulces.
Si buscas alojarte y tener una experiencia diferente, prueba el 25hours Hotel Bikini Berlin. Se encuentra en un edificio de los años 50 (pero perfectamente renovado) y tiene unas vistas inmejorables del Zoo de Berlín. Su temática es tropical y su filosofía es ser un espacio desenfadado, tanto, que en las habitaciones tendrás, además de la cama, una hamaca en la que relajarte contemplando las vistas.
Berlín es la ciudad más visitada de Alemania y, en temporada alta, hay cola para hacer casi de todo. Por ello, una de las mejores cosas que puedes hacer es adquirir los tickets para entrar a museos o exposiciones (o al Reichstag) con antelación, así como reservar los restaurantes con tiempo. Si vas “a la aventura” puedes encontrarte sin sitio.
Situada en la localidad palentina de Baños de Cerrato, la iglesia de San Juan de Baños es considerada la más antigua de España, así como una de las más bonitas.