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Navidades bajo la cúpula: así se reinventa The Palace Hotel
El mítico establecimiento, con su reciente restauración y su incorporación al sello The Luxury Collection, celebra estas fechas con un programa navideño centrado en la alta gastronomía, la memoria madrileña y el espíritu de los glamurosos años 20.
Cuando un hotel tan emblemático se somete a una gran restauración, la prueba de fuego no es solo la reapertura: es su primera Navidad. En el caso del Palace de Madrid estas fechas marcan, de alguna manera, el estreno de una nueva etapa: el icono inaugurado en 1912 luce cúpula de cristal renovada, se integra en The Luxury Collection y traza un relato para explicar qué significa hoy el lujo clásico en la capital.
El resultado es un programa que va más allá de la agenda de cenas y cotillones: articula gastronomía de autor, memoria de los años 20, vínculos con el territorio y una puesta en escena que convierte la cúpula en auténtico “teatro” de la Navidad madrileña.
La primera gran cita llega el 24 de diciembre, cuando el Palace celebra su tradicional Cena de Gala de Nochebuena. El chef ejecutivo Nuno Matos firma un menú que se mueve entre la exquisitez culinaria de sabores tradicionales y el guiño contemporáneo: consomés con aromas de jerez y trufa, mariscos en escabeche suave, terrinas de foie, pescados nobles y aves acompañadas de castañas, turrones reinterpretados y chocolates intensos son algunas de sus propuestas.
El maridaje corre a cargo del sumiller Gustavo García, que construye la experiencia líquida plato a plato. La velada, acompañada por música en directo, recupera una tradición de décadas: familias y viajeros internacionales que eligen este majestuoso hotel como el lugar perfecto para celebrar de una forma acogedora la noche más especial del año.
Almuerzos de Navidad y Año Nuevo
El 25 de diciembre y el 1 de enero, la cúpula se transforma en escenario de dos almuerzos buffet, donde el protagonismo se reparte entre el producto y la música. La propuesta deli combina miniaturas saladas, mariscos, cortes de carne, verduras de temporada y una mesa de postres que funciona casi como paseo final por los sabores navideños.
La banda sonora cambia según el día. Así, el almuerzo de Navidad incorpora versiones líricas con soprano, tenor y piano, revisando villancicos y clásicos de repertorio, mientras que el 1 de enero, la referencia es el concierto de Año Nuevo de Viena, con piezas que evocan valses y polcas en clave madrileña, mientras el champán de Maison Perrier-Jouët refuerza la sensación de celebración.
Más que un simple brunch, el hotel propone una manera divertida de empezar y cerrar el ciclo navideño: sin prisa, con cocina donde el producto de calidad toma el protagonismo y todo aderezado de buena música.
Gran gala de Fin de Año con mirada a La Rioja
Pero si hay una noche pensada para desplegar toda la teatralidad del Palace es el 31 de diciembre. El hotel revive el espíritu de los gloriosos años 20, cuando su cúpula acogía los bailes más glamurosos de la capital, y lo reinterpreta en clave contemporánea con la Gran Gala de Fin de Año “Una Mirada a La Rioja”.
La propuesta gourmet la firman Ignacio y Carlos Echapresto, chef y sumiller de Venta Moncalvillo, con 2 estrellas Michelin, que trasladan su universo rural riojano al corazón de Madrid. El menú recorre huerta, mar y viñedo: bocados vegetales con foie y anchoa, platos de mar que dialogan con champán y blancos con Denominación de Origen Rioja, patatas con “ch-erizo” reinterpretadas, pescados nobles como el besugo y un cordero asado que funciona casi como relato de pueblo en formato fine dining. Todo ello acompañado por una selección de vinos que viaja de los Rioja a los Borgoña, con etiquetas como La Rioja Alta Gran Reserva 904 o Perrier-Jouët Belle Époque para acompañar a las 12 uvas.
La noche se completa con sesiones de DJ, actuaciones en vivo, barra libre y tentempié de madrugada, prolongando la celebración hasta las cuatro de la mañana. El hotel propone así una lectura diferente del cambio de año, que combina glamour histórico, alta cocina y una fiesta refinada para un público que busca la excelencia. Un capítulo más que se suma a esta leyenda hotelera que se actualiza sin renunciar a su memoria.
