Cascada en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Foto: Unsplash/Pedro Sanz

Las cascadas más espectaculares de España que debes visitar al menos una vez en la vida

Este listado no es apto para personas con vértigo. Pero sí para todos aquellos que buscan paisajes en su estado más brutal: estas impresionantes cascadas en España merecen una visita.

Aleks Gallardo | 9 May 2024

No todos los días podemos presumir de ser número uno en algo, especialmente cuando se trata de algo tan esencial y positivo como ser el país con el mayor número de reservas de la biosfera en el mundo. Además, España también ostenta el honor de ser el segundo país con más geoparques mundiales reconocidos por la Unesco. Este logro no hay que tomarlo a la ligera, sino como una muestra palpable de nuestro compromiso con la preservación y la valoración del entorno natural.

En cada rincón, desde los parques nacionales hasta las zonas más recónditas, las cascadas de España dan vida a este legado y ofrecen un espectáculo natural que no tiene competencia. Ni la más costosa superproducción de cine se atreve a equipararse con estos saltos de agua y enormes cascadas, de los que ya hemos hablado en más de una ocasión

Visitar estas cascadas es encontrarse frente a frente con la historia viva de la tierra, una oportunidad única para ver de primera mano cómo el agua ha modelado el paisaje a lo largo de milenios. Con una variedad que va desde pequeños chorros hasta impresionantes caídas de cientos de metros, hemos destacado las 17 cascadas más espectaculares del país. Prepara tu cámara si te apasiona la aventura porque comienza un viaje vertiginoso.

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Cascadas del Monasterio de Piedra, en la provincia de Zaragoza. Foto: Instagram/@mondepiedra

Monasterio de Piedra, Zaragoza

El Parque Natural del Monasterio de Piedra, en Aragón, esconde un sistema de cascadas que te deja sin aliento. La cascada de la Cola de Caballo, con sus más de 50 metros de caída libre, es la joya de la corona. Su rocío constante alimenta un bosque de helechos y musgos que parece vibrar con vida propia.

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Cascada del Ézaro, en la provincia de A Coruña, que desemboca directamente al mar. Foto: Unsplash/Pablo Varela

Cascada del Ézaro, A Coruña

En Galicia, donde el río Xallas se encuentra con el océano Atlántico, la Cascada del Ézaro ofrece un espectáculo único en Europa: es una de las pocas cascadas del continente que desemboca directamente en el mar. La fuerza del agua y la brisa marina se combinan creando un ambiente místico, especialmente al atardecer.

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Fuentes del Llobregat, en la provincia de Barcelona. Foto: Unsplash/ Manuel Torres García

Fuentes del Llobregat, Barcelona

Originándose en el macizo del Cadí-Moixeró, las fuentes del Llobregat brotan espectacularmente en forma de cascada al inicio de su curso. Durante la primavera, el deshielo de las montañas catalanas alimenta la cascada, asegurando un caudal impresionante y fresco que invita a la reflexión.

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Cascada del Caozo, en la provincia de Cáceres. Foto: Senderos del Jerte

Cascada de Caozo, Cáceres

Ubicada en el Valle del Jerte encontrarás la Ecohouse, una de las casas de diseño más exclusivas de Airbnb(donde también ), la Cascada de Caozo es un secreto bien guardado entre los cerezos en flor. Accesible mediante una ruta de senderismo que recorre antiguos caminos de pastores, esta cascada se transforma en un espectacular torrente durante la temporada de lluvias, rodeada de un paisaje que explota en color con la llegada de la primavera.

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Salto del Nervión, Burgos/Álava

El Salto del Nervión, con sus impresionantes 222 metros de caída, es la cascada más alta de la península y una de las más altas de Europa. Situada en el Parque Natural de Monte Santiago, es mejor visitarla en primavera u otoño, después de periodos de lluvia, cuando el agua precipita en un ruido ensordecedor y majestuoso.

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La Cascada de Orbaneja del Castillo, en la provincia de Burgos. Foto: Instagram/@buheando

Cascada de Orbaneja del Castillo, Burgos

Este pintoresco pueblo no solo es famoso por su belleza arquitectónica medieval, sino también por la cascada que nace en medio del casco urbano y se desliza por la montaña creando múltiples niveles de caídas de agua. Este fenómeno natural atrae a numerosos visitantes que buscan capturar su encanto único.

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Río Borosa, Jaén

Dentro del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas, el río Borosa es un sinónimo de paisajes acuáticos con mucho dramatismo, como nos gusta. La ruta del río es una de las más populares del parque, culminando en la laguna de Valdeazores, donde se originan varias cascadas que son un verdadero espectáculo.

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Cascada del Pozo de los Humos, en la provincia de Salamanca. Foto: Wikicommons

Pozo de los Humos, Salamanca

Entre las provincias de Salamanca y Zamora, el río Uces ofrece uno de los espectáculos más impresionantes al caer en el Pozo de los Humos, donde el agua se precipita por más de 50 metros creando una nube de vapor que da nombre a la cascada. En primavera, el caudal es tan poderoso que el sonido del agua es ensordecedor.

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Cascada de Artazul, en la provincia de Navarra. Foto: Instagram/@manuibarreta

Cascada de Artazul, Navarra

En la Sierra de Andía, la cascada de Artazul es un tesoro oculto de Navarra. Con un salto de agua que cae por una pared rocosa de 100 metros, esta cascada se disfruta mejor después de las lluvias de otoño o durante el deshielo primaveral, cuando su caudal y su fuerza son máximos.

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Cascada de Tobalina, en la provincia de Burgos. Foto: Wikicommons

Cascada de Tobalina, Burgos

Situada en el corazón de las Merindades, la Cascada de Tobalina sube la apuesta con un espectáculo doble donde el río Jerea se divide en dos saltos de agua que se fusionan en un impresionante lago. El entorno, rico en bosques y vida silvestre, es ideal para pícnic y días familiares al aire libre.

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A Seimeira de Vilagocende, en la provincia de Lugo. Foto: Wikicommons

A Seimeira de Vilagocende, Lugo

En la sierra de Os Ancares, A Seimeira de Vilagocende es una cascada poco conocida pero impresionante, con más de 50 metros de caída libre en un entorno de vegetación densa y exuberante. Es un lugar perfecto para los amantes del senderismo que buscan rutas menos transitadas.

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La cascada del Salt de Salllent. Foto: Instagram / @my.nu_be

El Salto de Sallent, Barcelona

A una hora de Barcelona, en Rupit, el Salto de Sallent impresiona con su caída de 100 metros, la más alta de la provincia. En primavera, la cascada es particularmente espectacular, con aguas torrentosas que bajan por el precipicio y se esparcen en un vapor fresco.

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Cascada en el Nacimiento del Río Asón. en la prvincia de Cantabria. Foto: Wikicommons

Nacimiento del río Asón, Cantabria

En el Parque Natural de los Collados del Asón, el nacimiento del río Asón se produce en una impresionante cascada de más de 50 metros de altura. Es un punto de partida popular para numerosas rutas de senderismo que permiten explorar la rica biodiversidad del parque.

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Cascada en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Foto: Unsplash/Pedro Sanz

Cola de Caballo, Huesca

En el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, la cascada Cola de Caballo es un icono del pirineo aragonés. Fluye majestuosamente entre imponentes cañones y valles, ofreciendo una de las caminatas más emblemáticas y fotogénicas de la región.

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Cascada de Los Colores, en La Palma. Foto: Instagram/@oapngob

Cascada de Los Colores, La Palma

En el Barranco de las Angustias, en La Palma, la Cascada de Los Colores debe su nombre a las paredes multicolores formadas por el óxido de hierro y otros minerales que el agua ha esculpido a lo largo de los años. Es un destino perfecto para los amantes de la geología y el senderismo.